Tenía que hablar con mi hija y me dirijí a ella cuando por mala suerte o no me la encontré dentro de la ducha y pude ver su cuerpo desnudo, No me lo creía lo buena que estaba mi hija, la muy cabrona es una teen con un cuerpo de 10, y claro yo no me puede contener y la miré de arriba abajo entera. Ella tampoco me dijo nada, bueno sí, me dijo que fuera después a su habitación, cuando entré en ella estaba en su cama masturbándose y me lance a manosearla. La aparté el tanga y le metí la polla de lado, ella estaba super húmeda y la estaba gustanto ya que no paraba de gemir y me pedía todo el rato que se la metiese más fuerte.