La relación de este padre e hija japoneses es bastante especial, siempre que el padre le pide a su hija una mamada para expulsar tensiones ella acepta con mucho gusto y disfrutan metiéndose la polla de papa en su boca. Hoy el padre estaba demasiado cachondo y la ración de leche ha sido doble, su hija le ha hecho dos mamadas que le han gustado mucho y le ha dejado toda la leche caliente en la boca de su hija. Ella como buena chica se ha tragado todo y con mucho gusto le haría otra.
