Papa y yo tenemos una relación muy especial y todo viene porque yo soy una chica que necesito follar todos los días, pero claro los días que estoy muy ocupada no puedo salir a la calle a buscar un buen rabo, entonces la solución es mi papa que además me encanta como me coge. Así que fui al sofá a calentarle y enseguida sabía lo que yo quería, le saque su verga y se la comí con muchas ganas para que se pusiese muy cachondo. Cuando le vi con ganas me subí encima y le cabalgue como si no hubiera mañana.