Mi hermano siempre se porta muy bien conmigo y he decidido darle un pequeño regalo de carácter sexual, le voy hacer una mamada que no va a olvidar en su vida. Esperé que estuviera en su habitación tubado y me subí también a la cama, le dije que que opinaría si le hago algo que le va a gustar mucho. Me djo que perfecto, entonces le dije que se relajase y le saque la polla de los calzoncillos. El cabrón estaba cachondo así que directamente me puse a comerle toda la verga. La tenía bien grande y cada vez yo estaba más mojada. Al final me puse abierta de piernes y le dije que me follase como a una guarra.