Las familias japonesas son un tanto peculiares y les gusta compartir algo más que la comida, también la cama. Esta madre e hija japonesas hoy querían probar algo nuevo y hacer un trío familiar junto a su hijo, así que le llamaron a la habitación y allí las dos zorras le sacaron la polla del pantalón y le dejaron prácticamente sin leche. Puso a su madre de espaldas y se la folló a perrito, cuando ella ya no podía más cogió a la puta de su hermana y sus grandes tetas, abierta de piernas le metió toda la polla y la dejó seca.